miércoles, 31 de julio de 2013

Le odio

Lo detesto.

Detesto al sujeto que aparece en el espejo cada vez que me paro frente a él. Odio sus labios gruesos, su boca grande y sus ojos extremadamente pequeños. Odio también su corte “moderno”, su torso grueso y sus brazos delgados. Odio sus grandes, gordas y gelatinosas piernas. Odio sus profundas ojeras y su cara accidentada. Además, odio su nariz llena de espinillas y su espalda brotada… Le odio de forma integral, tanto física como psicológicamente.

Odio al sujeto que está ahí, quieto, de pie.


Y después de todo no logro expresar lo mucho que me detesto. 

lunes, 8 de julio de 2013

Acción antiséptica

Las pastillas desinfectantes están regadas por todo el piso. En la radio suenan las mismas canciones de siempre, en el mismo orden y a la misma velocidad. La mañana se aproxima con paso firme, como dicen por ahí: "Sin prisa pero sin pausa". La sala de estos apartamentos debe quedar limpia antes de las cinco de la mañana y cada segundo que marcan los relojes permite sentir la proximidad de su aliento.

Cerca, cerca, cerca.

Ha caído el sueño sobre Dios y sus hombres. Bajo la vieja luna los humanos sueñan y tienen pesadillas, algunos hacen el amor o se van de fiesta. Mientras tanto, mas allá de los postes de luz falsos, la bóveda celeste se mueve con lentitud, siendo observada solamente por algunos celadores solitarios y varios estudiosos con menos compañía que la de un idiota en Internet.

A esa hora, en la sala de un apartamento al noroccidente de Bogotá hay una muchacha que nada entre sangre, orina y vomito. Sus amigas la observan impotentes y con miedo... no, con miedo no, CON TERROR. Y no es porque se les fue la dosis de alguna droga traída de la L, o porque el aborto clandestino les salió mal. No, no es nada de esto. Lo que realmente esta sucediendo es un rito de iniciación fuera de control. Una escena al mejor estilo de las ridículas películas de terror americanas (Oh glorioso Hollywood)... una reunión de brujas jóvenes y desesperadas. Cinco niñitas bobas que entregan sus vientres a Satán con el único fin de obtener mas poder y una idiota que está siendo probada por entidades sobrenaturales. Los corazones palpitantes, los ojos desorbitados, las extremidades temblorosas, los rostros pálidos y los estómagos de caviar y lasagna aun no se acostumbran a ver un cuerpo contorsionarse de esa forma (Muydemasiadoviolenta), y menos en medio de tan repugnante pócima como lo es el vomito y los orines de niña con sangre de gato. Luego de unos minutos de blasfemias, torceduras musculares y mordidas el pacto ha sido cerrado... pero los demonios no se comprometen a hacer aseo, así que ellas verán como limpian el desastre. Son los demonios en plena ciudad de Bogotá, a las 3 de la mañana de todos los días, pasando el trapero por encima de una baldosa blanca y brillante... Sabrá Mandraque para que querían tanto poder esas niñitas. Espero que no salgan este fin de semana de rumba.  

Y nadie escuchó nada, todos estamos durmiendo ahora mismo. Bien dormidotes. Frente a esta clase de posesiones infernales no hay ciencia que valga... ¿O si? Siempre que querido que un académico presencie estos rituales satánicos y explique lo que allí sucede.

¿Que tan frecuentemente leerán los científicos su Tarot?

Volviendo a temas serios y comprobables en la realidad, podemos decir que la tierra, que tiene forma de papa achatada, no se detiene. En este mismo instante es la hora de la siesta en algún lugar del mundo.

Allí, después de las dos de la tarde, una anciana se asoma por la ventana del tercer piso de su casa. Inmediatamente, se acercan varias torcazas que la miran indagantes, como si buscaran algo. La viejita sonríe y extiende el brazo por la cornisa, abre su mano y deja caer unos cuantos trozos de pan. Las aves se abalanzan sobre el pan como si esta fuese la ultima comida de sus vidas. 

Así todos los días, una y otra vez.

Hasta que, en una tarde de Agosto, la anciana cae de la ventana y muere. Esos regueros son tristes y difíciles de lavar, tanto del piso y de las paredes como del recuerdo.

A la larga los eventos de la vida son totalmente arbitrarios e inesperados. En un apartamento se reúnen seis jóvenes a fumar marihuana. Como es natural, traen consigo todos los artilugios necesarios para desarrollar el acto: Candela, cueros, trillador, pipa de agua y lo mas importante, distintas variedades de marihuana.

Luego de haber realizado toda la parafernalia que armar el "bareto" implica se dedican a fumar. Con el fin de evitar problemas, acuerdan que el humo debe ser expulsado por la ventana, que da al patio trasero, y de esta forma evitar que el aroma se acumule dentro del recinto. Luego de unos minutos de risas y bromas, alguien llama a la puerta. Con la tranquilidad característica de estos estados, el anfitrión se dirige a la ventana para revisar quien se atreve a interrumpir tan sacro momento. Cual no será su sorpresa al percatarse que quienes golpean a su puerta son nada mas y nada menos que dos uniformados, agentes públicos dispuestos a hacer cumplimiento de la "ley" y las "buenas costumbres". Y como todos sabemos, el consumo de marihuana no esta bien visto por "ciudadanos de bien" como las vecinas chismosas o los que votaron por Uribe, quienes inmediatamente sintieron el olor de tan ignominiosa planta, decidieron llamar a las autoridades competentes...

Señores, ahora presencian un ataque de paranoia genera. Sus cabezas imaginan el resto.

Son las cuatro de la mañana y no he limpiado nada. Creo que debería dormir.